Ordesa en Otoño; Cuando la realidad eclipsa los sueños… Episodio 2. Del Refugio de Góriz a la Brecha de Rolando.

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 “ Y Roland sabiéndose cercado por sus perseguidores, que habían derrotado al ejército de su tío Carlomagno en Roncesvalles, con su enorme fuerza y su espada Durandarte golpeó por tres veces la pared pero sin éxito, sabiéndose muerto y haciendo un esfuerzo descomunal arrojó su espada contra la pared, que hizo una enorme brecha.
Y así Roland pudo ver su país antes de morir…
Leyenda de Roldán. Chanson de Roland.”

Episodio  2. Del refugio de Góriz a la Brecha de Rolando.

 

Nos levantamos al amanecer, no teníamos mucha prisa, las previsiones de lluvia eran para por la mañana, pero había más claros que nubes, así que cogimos los crampones, dejé el piolet en la taquilla, allí no era necesario y salimos hacia la mítica brecha de Rolando. El Pizzero( no me llegué a enterar de su nombre, lo siento), nos explicó que la única complicación , si subíamos al Taillón, era que cuando pasásemos el dedo de la falsa brecha lo hiciéramos por el lado Francés, el lado español sin nieve era mortal, y el Francés tenía 4 ó 5 metros de paso en roca, que con hielo era muy, muy peligroso…, Tino nos contó que pasó por la brecha cuando vino de Bujaruelo y aunque no vio casi nada con la niebla, el único tramo un poco complicado era el pasamanos del paso de los Sarrios, poco antes de la Brecha, y que aunque estaba vertical no tenía ninguna dificultad , ya lo veríamos.
Tras las indicaciones de nuestros amigos, saqué el GPS y salimos los últimos, en manga corta, el día pintaba bien, esperaba llegar al Taillón, el que sería el primer tres mil de Sergio y tiene unas vistas increíbles…
Al salir vimos nubes emergiendo de la zona a la que íbamos pero poco a poco se iban disipando, tras cruzar el arroyo entre afiladas rocas que hay tras el refugio salimos buscando nuestro objetivo, pasaríamos una zona de lapiaz que me recordaba a los Picos de Europa y tras una trepada entretenida salimos a un prado alargado de color verano que nos llevaría a un circo que tendríamos que subir…

Subimos con algún titubeo, resuelto con GPS hasta el collado de Descargadero, allí vimos una depresión llana( plano San Fertús) que bordeamos hasta otro collado, seguimos sin prisa y sin pausa adquiriendo cada vez más altura, teníamos que llegar a más de 3000 metros y Góriz está a 2100 metros.
Ya estamos en el collado de Millaris y desde aquí vemos el famoso dedo, es muy emocionante…pronto veré la famosa brecha de Rolando que tantos años he anhelado…, del collado siguiendo GPS ascendemos hasta coger un camino un poco perdido desde abajo , giramos y….la brecha, el gran boquete inmenso a lo lejos, pronunciando nuestros nombres…

La brecha de Rolando es un hueco enorme en la pared, impresionante, se ve desde la lejana Sierra de Guara como comprobaríamos el día que nos volvimos a Extremadura.
Maese Viento empieza a soplar fuerte y frío, hay que abrigarse , el terreno se complica mucho, hay grandes bloques que nos obligan a hacer de Sarrios…
Cojo unos hitos de subida rodeando una peña y de repente nos encontramos en la Cueva de Casteret, según cuentan con hielo fósil…yo sólo vi una gran valla y ni era de hielo ni era fósil…

Sergio va tocado, le duele bastante la rodilla, en los dos años que lleva recomponiendo su cuerpo parece que su rodilla no ha quedado bien del todo…pero por fortuna sus tornillos de la columna no ha saltado ninguno…de momento, (¡que no llevo martillo ni destornillador en el botiquín…!).
Este tramo es muy complicado y lo hacemos despacio, queremos llegar al menos a la Brecha, tiene mucho mérito del esfuerzo de Sergio, con su 33 por ciento de discapacidad…, bloques y más bloques, hitos y más hitos…esto no se acaba, deseando ver las famosas cadenas del pasamanos…
Salimos del laberinto de bloques, nos pegamos a la pared ,alentados cada vez más por la Brecha que se nos va acercando poco a poco, por fin la cadena…el paso de los Sarrios tiene su punto…sobre todo bajando que estamos ahora mismo.

Se nos hace interminable la subida tras las cadenas, el precipicio da un poco de hipo, Sergio va renqueante pero va…¡Llegamosss!

“ Y Roland sabiéndose cercado por sus perseguidores, que habían derrotado al ejército de su tío Carlomagno en Roncesvalles, con su enorme fuerza y su espada Durandarte golpeó por tres veces la pared pero sin éxito, sabiéndose muerto y haciendo un esfuerzo descomunal arrojó su espada contra la pared, que hizo una enorme brecha.
Y así Roland pudo ver su país antes de morir…
Leyenda de Roldán. Chanson de Roland.”

En la Brecha..
En la Brecha..

 

Sin palabras…, múltiples nubes salpicados de picos y Maese Viento soplando colosal y gélido haciéndonos temblar de frío y de emoción…

Apenas podíamos apretar el botón de la cámara del frío que hacía, nuestros dedos no respondían, nos pusimos a resguardo bajo la inmensa pared derecha a reponer fuerzas…eran la una y media, volveríamos al refugio, anochece a las siete y hay que ir con tiempo de margen, si subiera al Taillón, ya que Sergio no subiría por ir tocado de la rodilla, tardaría más de dos horas con mucha suerte, y el gozo se puede convertir en angustia, en la montaña no se puede apurar el tiempo de luz ni las fuerzas, además hemos visto subiendo mucha gente volverse al llegar al dedo, seguro que hay hielo y no se puede pasar, así que volveremos tras unas barritas…
Y de repente me quedo atónito…del lado francés aparece una mujer con sus dos hijos preadolescentes, en ¡Pantalones vaqueros!, una mini mochila y un ligero plumón…y nosotros con las tres capas, tapados de pies a cabeza. Insensatos…necios, sois los humanos diría Maese Viento, si hoy pudiera entender su gélida jerga… jugarte la vida, pero la de tus hijos, un resbalón por el nevero que han cruzado, un tobillo roto y están congelados en pocas horas…pocas cosas ocurren.

Nos volvemos, son las dos…hay tres horas de trayecto y dos de margen de luz, tenemos que cruzar una zona complicada y es bueno ir tranquilo y con luz.

Paso de los Sarrios hacia la Brecha de Rolando.
Paso de los Sarrios hacia la Brecha de Rolando.

Como ya le vaticiné a Sergio, la vuelta siempre es mejor, sobre todo si bajas, el cuerpo va más relajado y descansado cuesta abajo, y el camino desde arriba se ve mejor que desde abajo y te equivocas menos con la mejor opción. Las cadenas las pasamos disfrutando y los bloques bastante fácilmente, mucho mejor que a la ida, la rodilla de Sergio va aguantando, pasamos por debajo de la cueva, nos evitamos subir, pero a cambio hay que trepar una pequeña pared, con mucho cuidado, la caída no es pequeña…

Ya estamos de nuevo en el Collado Millaris, nos despedimos de la Brecha que tan buen rato nos ha dado, aquí el camino es más fácil y el Monte Perdido nos saluda y vigila desde arriba, con sus nieves tímidas en lo alto…

Hay que bajar descargaderos, seguimos una cresta muy bonita, salimos al prado, cada vez hace más viento y más frío, el cielo está gris triste y Maese Viento colérico me habla y grita pero hoy no le entiendo…, algo me quiere decir.
Bajamos por el prado, deseosos del resguardo cálido del refugio, destrepamos la pequeña pared y ya llegamos, son poco más de las cinco de la tarde…

En el refugio nos encontramos a los valencianos y a Tino, la pareja que subió al Perdido han tirado para la pradera, hoy hay mucha más gente que ayer, estaremos algo más de veinte personas.

Tino y Sergio...
Tino y Sergio…

A las siete nos ponemos a cenar esta vez siete en cada mesa, cabremos a menos comida, pero hay mucha hambre…en nuestra mesa se ponen los tres vegetarianos, entre ellos Tino el barcelonés, que nos cuenta su aventura solitaria en el Pico de Añisclo o Soum de Ramond, tras subir el pico de las olas encaró el Añisclo de frente en vez de rodearlo y se dejó los guantes y las uñas en la trepada, pero al bajar se dejó los pantalones al arrastrarlos puesto que no encontró una bajada fácil, estaba exhausto y las había pasado más que pu…, ¡Qué atrevido eres Tino!, por suerte nos lo pudiste contar, si algún día coincidimos en ruta, te aseguro que del camino no me salgo…si voy contigo.

Los valencianos subieron al lago helado y se asomaron a los picos de las cascadas de Gavarnie, el viento los azotó y los heló todo el rato…
La pareja subió al perdido, Tino los vio llegar arriba estando él en el pico Añisclo, que está justo al lado…cuánto arrojo para un día tan frío y ventoso.
Quería subir al Perdido al día siguiente, la escupidera parecía que estaba en buenas condiciones, pero las previsiones eran pésimas…rachas de viento de hasta 90 -100 km horas, Joan María no nos recomendaba subir, era un disparate…un empujoncito de Maese Viento estando arriba y se acabó, escupidera abajo sin freno ni agarre…
Entonces conocí a Josu…montañero vasco de Hondarribia que conocía todo el Pirineo, venía sólo, e iba a subir al pico de las olas al día siguiente, tras hablar con Sergio, decidimos volver al día siguiente al coche, para descansar y tratar de hacer las clavijas de Cotatuero el viernes, así que por la mañana se quedaría en el refugio mientras yo me iba con Josu al pico de las Olas; bonito nombre para un tres mil…
Tino y los valencianos se irían para abajo por la mañana, y al perdido subirían sólo dos parejitas jóvenes, los demás y fuimos gran mayoría, desistimos del intento…,por el viento.
Lo peor que tiene Góriz, es que no se puede beber, y no es porque el agua sea mala, sino porque los servicios están afuera, y salir a 8 ó 9 grados bajo cero de noche es una temeridad…y vaya frío que hacía esa noche, nos quedamos Sergio y yo solos en la habitación y los demás se fueron a la calentita, pero la verdad que mejor estábamos, no soporto los ronquidos y además todos habíamos cenado garbanzos…,así que ,con tres mantas y felices los dos.

“ Nos caía encima una manta de agua que nos impedía ver a más de 10 metros, parecía que estábamos bajo una cascada, a ratos el viento nos empujaba fuerte, por suerte la pendiente por la que bajábamos no era muy empinada, el camino era un arroyo…por fin llegamos al pequeño refugio de hormigón de Fuenblanca, allí sacamos la ropa seca de las bolsas de plástico y nos la pusimos, la ropa empapada la colocamos a secar,…esperaríamos a que escampara, David tenía mal aspecto, tenía fiebre…,por ahora estábamos a salvo.( Aventura en el Cañón de Añisclo).”

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