Y hoy parece que no lo estás pasando bien, humano. Te has afincado en tu dolor…
Maese…, hago lo que puedo, mis piernas apenas responden, en cada paso temo caerme y que se complique más la cosa…, estoy concentrado en poder salir de aquí,…Maese.
Entonces no es tu deseo que siga contándote la historia de Culibillas, humano.
Por favor, Maese, sigue haciéndolo, ya estoy resignado al dolor y mi resignación lo mitiga bastante, me dijiste una vez que se puede elegir lo que uno puede sentir.
En lo cierto estás, humano, y si es tu deseo escuchar…, hazlo pues.
8. La Revelación.
El amor y el dolor, el dolor y el amor, son los dos sentimientos que más atrapan vuestras humanas mentes, pues vuestros corazones son blandos y deleznables a veces y otras son fuertes y valientes dependiendo de lo que llenéis vuestro sentir…
Culibillas estaba aterrada de pensar que Balaitous y Olivier eran la misma persona y su ánimo se fue envolviendo en un manto gris de tristeza y melancolía, sentada bajo la lluvia de sus sentimientos al borde de un abismo de oscuridad.
Anayet y Arafita seguían tras la seguridad de su fortaleza roja bajo la montaña, temían que llegara el invierno, pues allí sería muy frío y duro, pero no podían abandonarla pues los hombres de Balaitous la vigilaban día y noche, y en campo abierto serían presa fácil para el numeroso ejército de Balaitous.
Mientras tanto Balaitous tras su nuevo fracaso, entró en cólera y tras haber arrasado la aldea de Anayet que estaba abandonada, recorrió toda la comarca sembrando la muerte y destrucción en todas las comunidades que se cruzaron en su ira, necesitaba vengarse, necesitaba recuperar la confianza que le había arrebatado una simple mujer, y luego se retiró a su torre en la gran montaña, desde allí aconsejado por Sisbi, envió mensajeros a las tierras llanas para convocar la infantería oscura, preparada para asaltar fortalezas , su nuevo plan era hacerse con la familia de Culibillas para obligarla a entregarse, el tiempo corría aún más en contra de Culibillas.
Y era de noche, noche de luna llena, Culibillas bajó de la Peña Foratata hasta un lago y empezó a caminar sumida en sus oscuros pensamientos, cabizbaja y mohína cuando de repente escuchó una voz;
Dulce niña mía de mis ojos, dónde vas tan triste y tenue, la luz de tus ojos se ha extinguido, y la sonrisa de tus labios se ha marchitado, hija mía, debes tener más fe en ti misma…
Culibillas se revolvió inquieta y se quedó mirando fijamente el lago,… lo que le hablaba era la imagen de la luna reflejada en el lago, otras veces había tenido sueños con luna pero nunca despierta.
Luna, Madre Luna, ¿estoy soñando o estoy despierta?
Estás despierta hija mía, ya va siendo hora que sepas toda la verdad.
Queréis decir entonces…, que yo soy la elegida, Madre…
Lo eres, tú serás la persona que devuelva el equilibrio al mundo de los humanos. Escucha, hija mía, hace muchas generaciones mis tres hijas, las Fadas de las montañas cuidaban de los humanos y éstos no conocían la codicia ni el odio, pero cuando Olivier, el Ser Oscuro, las emponzoñó con las bayas del árbol de la vida, se llenaron de Amor humano y renunciaron a su inmortalidad.
Al final se suicidaron al despeñarse desde un abismo para no caer en manos de Olivier, pero antes tuvieron hijos y le dieron a cada hija primogénita un colgante con mi esencia lunar, en esos colgantes está mi poder mágico que se desatará en la elegida.
¿Y por qué tengo yo dos colgantes, Madre?
Porque eres descendiente de Nieus por parte de tu madre, y tu padre es descendiente de Selena…
¿Selena?, no sabía nada de ella.
Selena, mi dulce Selena, ella era la mayor de la Fadas, la más poderosa, pues su poder emanaba del Amor más puro. Ella era la luz que iluminaba a los humanos de noche, y con ella nunca hubo noche fría ni miedo en los corazones humanos…
¡Madre Luna!¡ Por qué yo! ¿Por qué tengo que luchar?,… no comprendo la violencia, sólo soy una débil mujer en un mundo de hombres…, dijo Culibillas sentándose en la orilla y acercándose al agua para ver más de cerca el reflejo, mientras una lágrima huidiza se escapaba de su ojo derecho.
Culibillas, hija de Anayet y de Arafita, descendiente de Selena y de Nieus, tú eres mi elegida, tú serás la MUJER que derrote al mal…
Pero si yo no tengo fuerza, Madre Luna, ni sé luchar…
Estás confundida, hija mía, es cierto que no tienes fuerza…, porque tú eres la FUERZA, en tu vientre de mujer se encuentra el mayor regalo que Madre Tierra os dio a la humanidad, os dio parte de sí misma, la parte de sus entrañas más íntima y profunda, y en vuestra matriz está el poder más poderoso del universo,…el Amor de Madre, ese Amor incondicional que todo lo puede.
¿Pero cómo con amor voy a derrotar a un ejército de hombres armados hasta los dientes…?
Recuerda, Culibillas, que el Amor anida en los corazones de todos los hombres y mujeres pues salieron del vientre de una mujer…, cada cosa te será revelada en su debido momento, hija mía…, ten esperanza y paciencia.
Lo entiendo, Madre Luna, y si ese es mi destino…, aquí estaré yo, acato lo que el futuro me devenga y dejaré hasta mi última gota de sangre de mujer en conseguir un mundo mejor para mis hijos y para todos los míos…
Escúchame, entonces, pues no hay tiempo que perder, pues corre en tu contra, tendrás que ir al pie de la gran cascada con forma de cola de caballo donde perecieron las Tres Fadas y allí buscarás el fuego de las Tres Sorores, que te dará luz en la oscuridad…