9.Harum.
Y vosotros los humanos vivís en un mundo donde la codicia es el orden, vuestras necias estructuras sociales, vuestros órdenes económicos, todo lo que forjáis en vuestro mundo tecnológico va regido por la avaricia, necios sois, pues cuando vuestro tiempo se acabe, marcharéis, y todo se quedará aquí…, pues nada es vuestro, ni siquiera el cuerpo que os contiene…
Y Culibillas se colgó en su cuello las dos piedras de luna y montando en su unicornio había partido hacia la gran cascada de la cola de caballo dejando la seguridad de la Peña Foratata, durante días cabalgó por la nieve sin descanso, perseguida en la distancia por los mejores hombres de Balaitous.
Anocheciendo llegó a la cascada, estaba todo nevado, esperó que estuviera todo oscurecido, pero no vio nada parecido a un fuego, todo seguía oscuro y sabía que no tenía tiempo, sus enemigos andaban cerca, subió a lo alto de una peña buscando la luz en la oscuridad, sin resultado, luego bajó, seguía en la oscuridad, empezaba a desesperarse, por más que miraba en todas las direcciones no encontraba el fuego de las Sorores que le había hablado Madre Luna, el tiempo se le acababa pues le darían alcance los soldados, y entonces se acercó a la orilla del río que caía en fuerte murmullo de la cascada, pues el agua se debatía por pasar entre la nieve, y se sentó junto a la orilla del agua que fluye…
Y entonces ella se mira en su reflejo
de oscuridad,
dudando una vez más,
y mientras se mira en el leve reflejo de su luz,
se acepta a sí misma,
y acepta la amargura que siente,
y se da cuenta de que el Amor,
como el arroyo,
….siempre fluye.
Y mirando su reflejo
en la oscuridad,
se da cuenta que la ternura que siente…,
es la luz en la oscuridad.
Y mirando su reflejo se percata de que…,
reconociéndose a sí misma…,
ELLA es el fuego de las Tres Sorores,
y que la ternura que siente,
enviará la oscuridad bajo tierra…,
y puede que a Ella también…
Y entonces una lágrima
cae lentamente por su rostro…,
cae en el aire,
cae cristalina
…desplomándose,
sobre las piedras del colgante
de su cuello.
Y la lágrima de Culibillas encendió las piedras en la oscuridad, y un haz de luz salió hacia la montaña e iluminó la entrada a una cueva que no había visto antes, las piedras de Luna le mostraban el camino…
Subió trepando por la roca hasta la cueva, y se introdujo en ella. La cueva era muy profunda y se fue adentrando en ella, la luz de las piedras le llevaba, y tras largo rato divisó una pequeña figura humana, sentada en un trono, sus arrugas delataban su edad, y cuando llegó abrió los ojos y le miró con gesto cansado…
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Bien has tardado, Culibillas, creí que nunca llegarías.
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¿Quién sois, pequeño ser? ¿Cómo sabéis mi nombre?
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Soy Harum el Gnomo, el rey de las profundidades de la tierra, llevo esperándoos una eternidad…
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Y qué me tenéis que contar, vuestra mirada es triste y vacía, os escucho, Harum el Gnomo.
Harum levantó su mirada del suelo y comenzó a hablar mientras sus ojos se ponían vidriosos.
-
Hace mucho tiempo, tanto tiempo como no quisiera recordar, vino a mí un genio llamado Olivier pidiéndome consejo, me prometió riquezas, más de las que nunca tuviera antes, y accedí a ayudarle, y fue con mi ayuda como destruyó a las Tres Fadas,…yo soy la causa de que la muerte y la destrucción se instalara en vuestro mundo humano de la superficie…
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Pero no sois malvado, lo veo en vuestros ojos, él fue quien trajo la destrucción, no os culpéis, Harum el Gnomo.
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¡Que no me culpe!, no puedo conciliar el sueño, hace cientos de años que no tengo descanso, aquí en las entrañas de la tierra se filtra el dolor de la superficie, se adentra por las grietas, ¡No me las puedo quitar de la cabeza!, ¡Siempre oigo sus voces!. Dijo levantándose y dejándose caer de rodillas tapándose la cara entre sollozos.
Culibillas se acercó a él y le abrazó sin decir palabra, el anciano se secó los ojos con la manga, y con una sonrisa triste miró a Culibillas separándose de su abrazo…
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Pero sé cómo parar todo esto, querida Culibillas, tengo algo para vos.
Le dijo cogiéndole de la mano y llevándole con paso lento y cojeando levemente por un pasadizo, tras cruzar una puerta de madera carcomida se introdujo en una gran sala llena de piedras preciosas, diamantes, rubíes, aguamarinas, esmeraldas, topacios, todo brillaba en esa sala.
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Durante cientos de años me esmeré en atesorar piedras, creí que me darían la felicidad, y por ellas hice lo que hice, mostrándole a Olivier como derrotar a las Tres Fadas, son piedras hermosas pero frías, ellas no te dan nada y no hay día de mi vida que no me arrepienta, y esas voces en mi cabeza, no paran, quisiera descansar pero no puedo por las voces…
Hablaba despacio, en voz baja, cansina, del ser derrotado por el peso de la vida, de una vida sin felicidad, le llevó entre todos las tesoros hasta un rincón, allí había un cofre, que se apresuró a abrir, y en un momento surgió un destello muy fuerte, que iluminó la estancia.
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Culibillas, esta espada es de metal de luna, los humanos le llamáis plata, es el material que puede cortar la carne de los seres oscuros, esta espada la forjé durante cientos de años con esas voces que no salen de mi cabeza, y no me dejan dormir, esas voces, tan terribles, tan desgarradas, … los lamentos de las Madres que han perdido a sus hijos,… el dolor más fuerte del Universo.
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¡La Espada de las Desamparadas!, exclamó Culibillas, la vi en un sueño…
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Así es, querida. No hay hombre ni mujer nacido de mujer que se pueda oponer a ella, caerían de dolor con sólo mostrársela. Pero sólo puede desatar su poder en las manos de la elegida…,tus manos, Culibillas.
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Entonces este era el motivo de venir hasta aquí…
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No, Culibillas, el motivo era que la cascada de la cola de Caballo tenía que mostrarte que tú eres el fuego de las Tres Sorores,…Olivier ya no tiene poder frente a ti.