Y nuestro pasos resonaban
en el mutismo nocturno
de las angostas calles,
…cada vez más cerca.
Y ella me estrechaba
mucho más fuerte,
en cada paso,
nuestros pasos volaban,
y el tiempo con ellos,
…cada vez más cerca,
¡…estábamos tan cerca!,
detener los minutos,
parar el tiempo
y volverlo atrás…,
detener nuestros pasos,
y deshacerlos uno a uno…,
…cada vez más cerca,
…tan cerca,
y nunca nos mirábamos
bajo la luz de neón,
…cada vez más cerca,
…tan cerca.
El silencio era espeso
casi lo masticaba,
…tan cerca, tan cerca,
¡…tan cerca!
ella apoyaba la cabeza
sobre mi hombro,
y me apretaba
cogiéndome de la cintura,
…cada vez más cerca,
tan cerca,¡…TAN CERCA!.
Y de repente,
apareció…,
allí estaba…, delante,
frente a nosotros…,
tumba de ilusiones,
espectro de hormigón,
¡Allí estaba…!,
…oscuro portal.
Ella me abrazaba
y hundía sus largos cabellos
sobre mi pecho…,
en silencio…
Y nos quedamos mirándonos;
sus ojos marinos,
recubiertos de crepúsculo,
amenazados por la tempestad.
Allí en silencio,
sobre las negras nubes
de la tormenta,
en silencio,
toda una vida…,
y mil muertes…
La tomé de sus muñecas
y me separé de su abrazo,
nos miramos largo tiempo,
…en silencio.
Y nos miramos,
y seguimos allí,
con el terror…,
de un solo movimiento,
en silencio.
Agaché la cabeza,
-hasta siempre- susurré,
apenas me salía
un hilo de voz rota…,
y me dí la vuelta.
El silencio desgarrado
por el sonido
de mis solitarios pasos,
me hería profundamente,
y a lo lejos
casi inapreciable…,
un sollozo…,
casi el murmullo
de una fuente gris…
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