Espérame desnuda en el umbral de mis sueños, sin esperarme. Háblame despacio entre mis párpados cerrados, sin que te oiga. Mírame dulcemente escondida en las sombras, sin que lo sepa. Tócame rozando con tus cálidas yemas, sin llegar a tocarme. Y entonces te lloraré sin lágrimas, te maldeciré sin palabras, te odiaré sin sentirlo. Como el viento derramado en una caverna vacía. Espérame despacio en un oscuro hueco, sin esperarme. Añórame tristemente desde tu cuarto vacío, sin llegar a verme. Deséame ardientemente cubierta sólo de tu deseo, sin llegar a tenerme. Y entonces te miraré, y te pensaré, y te volveré … Continuar