ESCALANDO EL PIC DI MIDI D OSSAU POR SU CARA NORTE. CUANDO LOS SUEÑOS SE ELEVAN SOBRE LOS MIEDOS…

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Y  aquí estoy  a oscuras colgando de una cuerda en una pared sobre un abismo, estoy tenso, no veo casi nada, la oscuridad parece que me va a tragar, no sé dónde pongo los pies, creo que voy a romper la cuerda con la tensión de mis brazos pero me sigo descolgando(rapelando) poco a poco, el infinito negro se abate debajo queriendo atrapar mi ánimo, veo  una roca con forma de prisma triangular pero  no consigo ver si  debo rapelar a la izquierda o a la derecha, pongo los pies sobre ella con riesgo de quedar cabalgando encima de la roca pero la cuerda no me  dejará caer en el abismo.

Miro hacia abajo y la oscuridad hace que tu cabeza se llene de fantasmas, resuena en mis oídos las palabras proféticas  de Isabel Baranda, nuestra mentora y guía en esta aventura-“ Fran, una vez se nos hizo de noche y tuvimos que rapelar varias paredes a oscuras, lo pasé bastante mal, sobre todo para encontrar las chapas a oscuras para  montar el rapel, de noche todo es diferente…”

Y aquí estoy ahora colgando de la oscuridad…, por fortuna previniendo lo que iba a pasar como teníamos dos cuerdas en  el penúltimo rapel lo realizaron  primero Mari y Jose Antonio, somos cuatro en esta aventura,  para ir  a buscar el siguiente rapel y dejarlo montado mientras Isa y yo bajábamos y desmontábamos el penúltimo, ellos lo bajaron  con algo de luz pero yo apenas veo casi nada  ahora mismo e Isa lo hará cuando yo llegue abajo con menos luz, la tranquilidad es que al acabar el rapel saldremos  a la  senda y aunque nos quedarán más de dos horas de camino hasta el coche(de noche serán tres), ya se acababan los precipicios y el máximo peligro.

De repente me saca de mis reflexiones un ruido metálico conocido por mí,  pongo mi cuerpo  en tensión preparado para el impacto…

La cuerda se había atascado sobre la  arista del prisma triangular que acababa de pasar y se ha  liberado violentamente…, me lanza contra la pared de la derecha a gran velocidad  que apenas la puedo ver, me voy a golpear fuertemente contra ella…

He puesto el pie…, me he escapado del golpe, de noche todo parece más grande, más hondo, más oscuro, más tenebroso…, ha sido un pequeño susto, empiezo a escuchar la voz de Jose Antonio y Mari abajo esperándonos, aunque todavía no les veo…, pero  para mí son como las voces de sus padres  para un niño perdido en un bosque de noche…

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  • Joaquín, apenas puedo andar. Tengo el tobillo demasiado hinchado, me parece que  tendremos que irnos de playa, me duele demasiado y aunque soy duro me lo voy a destrozar del todo.

  • Y las costillas, cómo las llevas, Fran,¿ te molestan?

  • Puede que tenga alguna fisura, me duelen bastante al inspirar pero con el tobillo apenas puedo dar un paso.

Joaquín y yo nos acabábamos de bajar del tren más alto del Pirineo, el tren de Artouste, estaba un poco más allá en el mismo valle que el Pic de Midi d Ossau, nuestro objetivo. El Pic de Midi es una de las cumbres más codiciadas del Pirineo, esa cumbre es una enorme montaña piramidal con forma de boca de pescada que todo montañero que se precie quiere subir alguna vez en su vida, Joaquín me había hablado de él y habíamos venido a realizarlo, teníamos una semana y no podríamos hacerlo, …pero había tenido mucha suerte, soy una persona afortunada a pesar de tener una fisura en la costilla y el tobillo izquierdo inflamado más  del doble de su tamaño.

El día anterior había tenido un accidente en el pico de los Infiernos, que habíamos elegido para prepararnos el Midi, al descender de su cumbre central tuvimos que entrar en un nevero muy vertical, es Junio y la nieve es de muy mala calidad, se desprendió al pisarla y caí cien metros rodando a mucha velocidad, todavía no sé cómo, pero conseguir frenar antes de llegar a las rocas, me golpeé con el piolet al intentar frenar en las costillas y el tobillo chocaría contra algo en los cuatro segundos más largos de mi vida.

Había conseguido bajar de la montaña cojeando,  no llamé al helicóptero, otro quizá lo hubieran hecho, pero a pesar de caerme más de diez veces pues mi pie izquierdo no me sostenía, conseguí bajar los 1400 metros de desnivel hasta los baños de Panticosa…

Y ahora todo cabezón, pues soy Tauro, estaba probando en el tren de Artouste mi pie para ver si podíamos seguir por Pirineos, aunque ya sabía que el Midi no lo haría, una locura, lo sé, y es cierto, apenas podía andar…

  • Entonces, Joaquín, dónde has dicho que nos vamos esta tarde…

  • LLoret de Mar, allí dicen que hay mucha marcha.

  • Pues estoy yo para marcha…, apenas puedo apoyar, pero seguir en la montaña es imposible…

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  • ¡De verdad, Isabel, me vas a subir por la norte del Midi!, no me lo puedo creer…,¿pero podré subir sin problema?, no soy escalador.

  • Claro que sí, Fran. La hice con mi hija Amaia el año pasado y tiene grado III, algunas zonas de IV, eso lo haces tú sin problema, es larga, pero tú eres de naturaleza fuerte y aguantarás bien la subida.

  • Jo, Isa, vine para hacerla en el 2015, me estrellé en los Infiernos y no pude subir. Y en el 2021 volví de nuevo pero al llegar a la  base empezó a llover muy fuerte y tuvimos que abortar la subida.

  • Pues esa la tenemos pendiente, Fran, la haremos sin problema.

  • Pero supongo que se hará sin nieve, está muy vertical para subir en invierno.

  • Claro, Fran, ahora en enero y con este frío de quince bajo cero que estamos pasando no es factible, cuando llegue el verano…

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Día 17 de agosto de 2024. Cumbre del Gazies, preparando el Midi.

Y así fue como Isabel Baranda, escaladora y montañera empedernida me prometió en Enero de 2023 en la cumbre del pico Canal Roya que subiríamos al Pic d Midi  Ossau,  la última montaña que quedaba en mi deber sin hacer de las más importantes y famosas del Pirineo. La montaña  de Pyrene, la cautiva del fuego, la mujer más bella jamás nacida con la maldición de enamorar a cualquier hombre que la mirase, producía en ellos la pasión del fuego del amor, y su padre la tuvo que encerrar en una torre para que ningún hombre  la viera hasta su matrimonio, Maese me contó fragmentos de su historia, espero que cuando suba escalando su cara norte termine de contármela, aunque estaré muy entretenido colgando de las paredes y no sé si podré prestarle atención…

Y habíamos dejado el coche de Isabel Baranda en un parquin vigilado al norte del Pic Di Midi, para ello tuvimos que guardar caravana de coches para llegar, pues en sábado 17 de agosto todo está lleno de gente, pero la mayoría se ha sido hacia los lagos de Ayous, nosotros vamos a la derecha buscando una fuerte pendiente, hoy subiremos una cumbre de difícil nombre que todavía no me he aprendido  su nombre,de preparación para la subida de mañana de Midi,  por lo que nos adentramos en el bosque pirenaico por una senda muy empinada, todo está muy verde y frondoso, se nota que estamos en el Pirineo Francés…

Jose Antonio e Isabel van delante, yo quedo atrás, todavía me cuesta caminar tras las ocho horas de coche que tuve que hacer el día anterior, poco a poco se va asomando la cara norte del Midi, es totalmente rocosa y vertical, desde aquí da mucho miedo…

Voy caminando por la estrecha vereda con olor a humedad boscosa, me quedo atrás poco a poco, me cuesta caminar, trato de centrarme en la belleza que me rodea pero mi cabeza no para de pensar, la mole del Midi que me espera mañana, mi mente está en el mañana, siento miedo de sus paredes pero sin embargo sé con absoluta certeza que todo saldrá bien, os los podría explicar pero quizá no lo entenderíais, algún día lo haré…

Pero el miedo sale en cada rincón, no estoy disfrutando de la ruta, no paro de mirar al Midi que enfrente nos ofrece sus abismos en el futuro del mañana, no estoy en el aquí, estoy sufriendo…, pero al cruzar una curva de repente milagrosamente él sopla…

  • Siempre lo olvidas, humano, y por eso aflora tu miedo, desde lo más profundo de tu necia mente. Cuantas veces tendré que explicártelo…

  • ¡Maese Viento!, amigo mío. No sabes cuando ansiaba escuchar tu voz, lo estoy pasando mal, querido amigo.

  • Pues lo estás pasando mal porque tú quieres, humano, todo está en ti, ese miedo que te corroe también…

  • Sí, Maese. Ese miedo azul fiero y duro que tritura y corroe como una rueda de molino, que se afana en tu cabeza y la carcome de incertidumbre y ansiedad… ¡Maldito miedo!

  • Lo olvidaste de nuevo, humano, corta es tu memoria.

  • ¡Olvidé el qué…! , no me desesperes, que ya tengo bastante con este maldito miedo…

  • Las dos caras de la moneda, recuerda lo opuesto al miedo, ¿qué era?

  • Sí, me lo dijiste, sí. Déjame pensar. Ya lo sé…, el Amor.

  • No lo olvidaste, humano. Solo lo obviaste.

  • El Amor y el odio no son opuestos, el odio es la corrupción del Amor, es su degeneración que envenena al que lo siente, lo contrario del Amor es el ¡miedo!

  • Así es, humano. El miedo es lo contrario. Por ello los medios (“miedos”) de comunicación dominados por los señores de la codicia se basan en él, para neutralizar el Amor, la energía divina, lo más potente que existe en el universo, ya os lo dijo ese humano tan inteligente llamado Einstein.

  • Entonces, Maese. ¿De dónde saco ese Amor para neutralizar el miedo?, quién o qué me lo puede dar…

  • Otra vez olvidas o quizá obvias, lo sabes muy bien que nadie te lo puede dar, pues ya lo tienes.

  • Es verdad, Maese. No entiendo por qué confío tan poco en mí, el Amor lo tengo dentro, aquí en mi pecho.

  • No te lo repetiré, respira hondo y céntrate en mí, el aire que llena tu pecho, siente cómo te lleno y cómo voy apagando esa mente que te abruma y te nubla con el miedo…

Maese Viento tiene razón  una vez más, me acaba de contar que el antídoto del miedo es el Amor…, el Amor es…

El Amor es el arroyo, es  los bosque, es la hierba,  es  la  montaña,  el cielo azul,  las ovejas que corren por el prado,  la brisa que te acaricia la cara, todo eso es el Amor, que te conecta con Madre Tierra la energía Magnética y  con el cosmos, la energía Eléctrica, que te llena y se recarga en tu corazón, aquel que te habla cuando consigues callar el ruido de tu cabeza…, la vibración del Amor, la vibración Divina.

Centra tu mente en su corazón dentro de ti, si quieres neutralizar el miedo, allí está todo, allí está el todo, él te protegerá y te cuidará, me la ha dicho Maese Viento…

Y así es, el bosque se va acabando, nos encontramos en un prado con un rebaño de ovejas marcadas con colores, entre ellos el azul, una pastora madura de edad, nos indica que vamos mal para el pico, daremos más rodeo, pero no nos importa, Isabel sigue adelante con Jose Antonio, pero mi universo ya ha cambiado…

Las paredes del Midi me miran continuamente pero ahora me sonrío confiado, sé que las subiré, y disfrutaré muchísimo haciéndolo, el cielo ha cambiado su color de repente para mí, las ovejas balan melodiosas, las nubes se desplazan serenas, y la hierba es más verde que nunca, la paz llena mis pulmones en cada inspiración, hasta el mastín se ha acercado para que le acaricie…, todo es perfecto.

Ya me encuentro más suelto caminando, bordeamos la cabecera del valle y nos dirigimos a un collado para luego desde él ascender a la cumbre del Gazies, nuestro objetivo hoy, justo enfrente de la mole que subiremos mañana.

Ascendemos y ascendemos por una ladera herbosa sin vereda  hasta que llegamos a la cumbre, Jose Antonio fue directamente un poco más expuesto, Isa y yo buscamos el sendero, estamos en la cumbre del Gazies(2419 m), las vistas son increíbles e Isabel se conoce todas las cumbres…

 

Las vistas son impresionantes y el Midi ya no me parece una amenaza sino un reto divertido, mi cabeza ha cambiado totalmente cuando dejé de pensar, abandoné el ruido de mi cabeza para disfrutar del presente.

Y mis compañeros de aventura quieren que el entrenamiento sea total, haremos la arista del Gazies para ir soltando el cuerpo, se han adelantado mientras yo sacaba la cámara Gopro, ahora me la he puesto sobre el hombro e inmortalizo temporalmente la acción sobre la arista.

 

Ellos estaban un poco más abajo esperándome, bajaremos campo a través por una ladera muy empinada que en algún momento me obliga a sentarme para asegurarme de no caer por la pendiente, la hierba resbala y las piedras se desprenden con facilidad.

Hemos llegado debajo de la ladera tras cruzar un pequeño barranco con alguna pequeña dificultad buscando la zona menos expuesta, cruzamos un arroyo y nos vamos en busca del lago que vimos en la bajada.

Llegamos a Lac de Aule, desde el que se mira el Midi sereno de su figura, Isa que es una náyade con cuerpo de mujer acaba en el lago y tras pensarlo un poco Jose Antonio y yo hacemos lo mismo, el pequeño baño nos reconforta el cuerpo de agua fría, que tras secarnos y mirar al Midi (haciéndole un video) retomamos la marcha hasta  el coche.

 

Donde llegamos paseando por el bosque viendo como las habituales boiras(nieblas) del valle se quieren apoderar.

  • Fran, esta noche va a venir una amiga mía que es muy buena escaladora para mañana hacer el Midi, si no te importa.

  • ¿cómo me va a importar, Isabel?. Para mí será maravilloso compartir la subida con tu amiga, además nos viene bien porque Jose Antonio y yo somos más paquetes escalando.

  • Pues genial, haremos dos cordadas, será más sencillo que una de tres. Mari es muy buena chica, es de Estella o Lizarra, y es compañera habitual mía de cordada, trabaja hasta las nueve de la noche por lo que vendrá bastante tarde.

  • Pues genial, mañana será un gran día para todo nosotros. Estoy ansioso de que empiece la fiesta…

Así que nos fuimos al parquin de la estación de esquí de Portalet donde teníamos la base y cenamos, al final Mari no vendrá hasta por la mañana, el viaje es largo y sale de trabajar muy tarde.

Yo me acuesto bajo las estrellas junto a mi coche, Jose Antonio e Isa dormirán en sendos vehículos, Jose me ofreció dormir junto a él en su furgoneta pero prefiero el manto de estrellas. Mañana será el gran día, llevo muchos años esperando subir al Midi, donde celebraré mi “cumplecumbre”, tenía que haber venido en Mayo para hacer el Midi cuando cumplí mis 53 primaveras pero era con nieve la cara norte es muy peligrosa y hasta agosto no encontré un espacio en el tiempo para venir a Pirineos para hacerlo. Inicialmente lo íbamos a hacer Isabel y yo, pero Jose Antonio que es amigo mío de Facebook hace muchos años se apuntó, aunque tiene sus reservas sobre su estado de forma, ha perdido muchos kilos en los últimos meses, lo que para mí es más una ventaja que un inconveniente, mientras menos peso mejor para subir…

Mañana conoceremos a Mari y los cuatro subiremos la cara norte del Midi por donde sólo hay abismo y roca, será divertido…

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18 de Agosto de 2024. La ascensión al Midi por la norte.

 

Me he despertado, está lloviendo. Se ha formado una nube  sobre Portalet y las gotas son gordas pero dispersas, meto en mi coche el saco de dormir y yo con él, miro el móvil, pues no tengo reloj, son las dos de la madrugada, miro en  el radar de lluvia y las previsiones, no pone apenas lluvia, así que después de media hora decido salir de nuevo y ponerle la funda de vivac impermeable al saco, que llueva lo que le dé la gana. Yo tengo que dormir.

Nos hemos despertado algo más de las seis, hemos quedado con Mari de Estella a las siete en el poblado de Portalet y hasta allí nos dirigimos a la hora convenida.

Isa reconoce enseguida el vehículo de Mari, está aparcado pero no está ella, bueno, sí lo está, Isabel se acerca hasta el coche y dentro está acostada, parece que se vino de madrugada y se quedó durmiendo en su vehículo.

Ya estamos todos, las nubes nos rodean, Jose Antonio expresa algún temor sobre las boiras del valle que siempre nublan el Midi, pero las previsiones son perfectas y se están cumpliendo hasta el momento, a media mañana desaparecerán las nubes y no hay riesgo de lluvia en todo el día, es un alivio.

Nos metemos los cuatro cómo podemos en el vehículo de Isabel y hacemos el escaso km que nos separa del inicio de la ruta, no podemos perder un segundo el día será muy largo, comenzamos a andar entre la niebla poco más de las siete y media de la mañana.

Apretamos el paso, aunque estemos en agosto el día se nos puede quedar corto, cruzamos un rebaño de ovejas en el prado y subimos entre la niebla buscando el refugio de Pombie.

Las nieblas se van deshilachando fantasmagóricamente entre los valles y en su paisaje de algodón rozando  las  lomas y  los picos vamos avanzando hasta llegar al refugio de Pombie.

Tomamos algo de agua de la fuente y seguimos, es prioritario llegar lo antes posible a la pared, luego las horas pasan muy deprisa cuando escalas una montaña.

Para ser domingo se ve muy poca gente, vemos una hilera lejana de montañeros por delante, ellos harán la subida normal por el este, nosotros vamos a la norte, por la que no suben ni las cabras montesas.

Me siento nervioso pero tranquilo, seguro pero temeroso, una sensación de ambigüedad muy potente, pero sobre todo deseando encontrarme la pared para subirla.

Hemos llegado al Col d Suzon, aquí se sube por la este , pero nosotros buscaremos una pequeña senda apenas visible que rodeará la montaña hasta su cara norte, el viento azota, y los colores se suceden, ya se va abriendo el día, va a ser nuestro día…

 

Caminamos por la vereda hasta llegar a un collado muy escapado, ahora toca bajar una pedrera para subir luego, nuestro inicio será en el siguiente collado.

Pasamos junto a una pared y ascendemos trepando por una invisible senda muy empinada, desde el principio todo es roca.

Hemos llegado al collado, me asomo y no hay camino, se ven unas paredes  inmensas muy verticales siguiendo a nivel, Isa se ha parado y se ha quitado la mochila, mientras yo como un niño pequeño me asomo nervioso a un lado y a otro, no veo por dónde seguir…

  • Fran, no mires más adelante que no hay que seguir, aquí es. Esta vía me la regaló mi hija Amaia hace un par de años, si sigues adelante es escalada pura, una de las vías más complejas del Pirineo…

  • Entonces, ya vamos para arriba, Isa.

  • Sí, desde aquí mismo.

Isabel irá abriendo vía y yo con ella en su cordada, luego vendrá Mari con Jose Antonio en una segunda cordada, los hombres cerramos, las mujeres se arriesgan por nosotros, nunca podré agradecer lo bastante esta oportunidad de realizar mis sueños…

He guardado el móvil, me puse la Gopro en el casco al salir, ahora será sus momentos, hay que ir muy concentrado en la escalada y no me puedo permitir ir pendiente del móvil, aseguro a Isa en lo que será la primera reunión.(1)

 

Me ha costado un poco el primer tramo, además de estar frío, Isa se dejó su mochila abajo y tuve que llevarla también, por fortuna apenas pesa, se atasca un “friend”(anclaje de acero que se mete en las ranuras para fijar la cuerda), y Mari tiene que volverse a soltarlo.(2)

 

Las reuniones son las zonas seguras donde se agrupa  todo el mundo, son el final de un largo de cuerda, allí con cintas y “friends” se fija de manera segura y se anclan todos los miembros de la cordada, Isa y yo descansamos en la segunda reunión esperando que llegue la segunda cordada de Jose Antonio y Mari.(3)

 

Seguimos subiendo por una zona sencilla pero expuesta  y nos damos cuenta que tenemos hacer los largos más cortos pues nuestra cuerda es de sesenta y la de ellos es de cincuenta y no llegan a nuestras reuniones teniendo que hacer otra diferente y tardando más tiempo. ). Mientras tanto Isabel me cuenta que la escalada clásica es buscando las grietas y las zonas más sencillas de la montaña, la escalada deportiva va buscando hacerlo por lo más difícil posible, abriendo nuevas vías de subida.(4)

 

Seguimos avanzando, ahora se pone un poco más seria la pared, subimos por una grieta  muy estrecha y vertical.(5)

 

Tras pasar la zona más vertical decidimos ir un raro en ensamble, los dos encordados pero sin asegurarse a la pared, la montaña es muy larga y el día va muy deprisa.(6)

 

La pared sigue y sigue verticalmente, creo que he perdido la cuenta de las reuniones que llevamos, esperamos que Isabel se haga toda la pared que está empinada(7)

 

En este tramo hay un paso vertical con desplome, subo con decisión lo que parece ser la zona más complicada hasta el momento, no me cuesta trabajo pues me fijé en la técnica que utilizó Isabel para franquearlo y yo como pollito con su mamá la imité…(8)

 

Al salir de la grieta es  una zona llana que aprovechamos para descansar, saco el móvil y hago un video.(9)

 

Seguimos esperando, Jose Antonio se ha atascado en el desplome, le está costando pasar el punto del desplome, desde aquí no le vemos, y al final consigue pasarlo.(10)

 

Estamos descansando, pero el siguiente tramo es muy expuesto, la caída es enorme y no encontramos como asegurar la cuerda mientras sube, así que me siento, me encajo en la roca y aseguro con mi cuerpo a Isabel.(11)

 

Esta zona expuesta era fácil pero peligrosa, llegamos a una pared con una grieta muy estrecha con una roca encajada en medio , mientras esperamos a Jose Antonio y Mari  busco si hay alguna manera diferente de subir por la grieta vertical pero todo son paredes, mires donde mires sin duda tendremos que meternos en la grieta oscura y vertical.

Isabel se mete en la grieta vertical, no grabo la subida porque está muy oscura, luego voy yo, y consigo franquear sin mucha dificultad la piedra encastrada con la técnica de oposición de piernas, al salir de la grieta Isabel ha hecho la reunión en un pequeño rellano que hay que bajar un pequeño salto, me dejo caer,es sencillo.

Ahora vienen Mari y Jose Antonio, este tramo es muy delicado, Mari se para un momento antes de bajar al salir de la grieta, ella es más bajita que yo y le cuesta más descender ese tramo.(12)

 

 

Vamos mal, estamos tardando mucho, Isa dice que tenemos que ir en ensamble o no llegamos, pero la salida hay una roca lisa que es muy complicada, y así sucede, primero sube Isa con alguna dificultad al principio, y cuando voy yo no encuentro agarre, apenas hay donde meter un par de dedos en un pequeño orificio y la piedra resbala, me atasco, me resbalo, pero con mi fuerza bruta consigo subir ese paso resbaladizo, es lo más difícil que he hecho hoy, sudé tinta y un poquito de sangre.

Han llegado hasta nosotros Mari y Jose Antonio, Mari también ha tenido dificultad para subir esa roca, los pies de gato(calzado de escalador) no le agarraban bien y ella no iba asegurada con cuerda como yo al ir abriendo la cordada, Jose Antonio fue más inteligente que yo, hizo  el paso por la derecha que estaba mucho más expuesto pero tenía buenos agarres, y él iba amarrado a una cuerda al ir de segundo, en este tramo sudó menos que yo.

Aquí se tumba la montaña, se nos hace tarde hacemos en ensamble todos estos largos, con gran patio, pero como dice Isabel, la montaña te acoge en su vientre una vez que te metes en ella…(13)

 

Vamos deprisa pero tratando de no soltar  piedras a la cordada de abajo, se nos hace de noche, y por fin llegamos a la parte alta de la montaña, pero todavía nos queda un mundo que luchar, las vistas al Embarrat son impresionantes, todo roca y precipicios por donde nos rodea, y el desafío nos espera de nuevo tras la emoción de las vistas a la otra cara de la montaña  ( 14)

 

Isabel cuando se hizo la vía con su hija Amaia, fueron hacia el Embarrat y salieron hasta la cumbre, pero vamos tarde, tendremos que ir por la vía de los Austriacos, pasaremos por debajo de la pared de la cumbre y luego buscaremos una chimenea o canal por la que subir hasta la cuerda donde encontraremos  el sendero de la subida normal por la cara Este a unos cien metros de desnivel de la cumbre.

Ahora toca ir deprisa, pasaremos debajo de un nevero, vamos en ensamble, o sea sin asegurar y apretando el paso pues la noche nos acecha y queda muchísimo.(15)

 

Hemos cruzado bajo la pared bastante bien, apenas nos ha llevado  veinte minutos, vemos una grieta enorme con  una roca  centinela. Tenemos que buscar la chimenea última de subida, esta zona es desconocida para Isa, dudamos de por dónde ir(16)

 

Son momentos de tensión, hemos pasado una pequeña chimenea sin signos de ser pisada nunca por ser humano, y nos encontramos un precipicio infinito y colgando sobre el abismo hay un hito de piedras marcando el camino, parece imposible…

Respiro hondo, recuerdo el libro que me enseñó anoche Isabel de la vía que estábamos haciendo, y venía dibujada toda la pared que acabábamos de pasar por debajo y marcaba en un dibujo por donde vamos sin duda, estoy seguro que es por aquí aunque nos afloren las dudas, hay que asomarse al precipicio para saber si se puede pasar, pero el hito es demasiado grande para que no fuera por aquí…

Jose Antonio se está poniendo un poco nervioso, varias veces nos ha recordado que hizo el Midi por la vía normal y casi se vuelve pues se le hizo largo y estaba agotado, pero aquí no hay vuelta posible, no podemos bajar rapelando porque es necesario dejar material (cintas y friends al hacerlo) y no tenemos bastante para bajar cuatrocientos metros de desnivel, nos quedan cien metros aproximadamente, solo podemos subir o subir, o llamar al helicóptero para un rescate…

El viento azota, hace frío, la tensión aflora en todo el equipo, estamos al borde del precipicio, literalmente…, Isabel hace una reunión en la roca de la entrada y nos anclamos, ahora se asoma a mirar y nos dice que es fácil, que se puede hacer sin problema, no terminamos de creérnoslo, desde detrás parece un suicidio, veo los ojos de Jose Antonio y me imagino los míos, la incertidumbre se contagia, y el miedo también…

Isabel se ha perdido en el paso detrás de la roca que franquea su inicio  este tramo es  horizontal  pero sobre el abismo, al rato la veo salir al frente airosa, ha cruzado, es un alivio…

Sube y escala una gran roca donde pone un friends de seguro, y luego se pierde detrás de ella, al rato escucho la palabra mágica, ¡Reunión!

Me toca pasar a mí, estoy muy nervioso, me asomo y es fácil pero la cuerda que me asegura tira hacia la caída y hasta que no pase la zona del precipicio no hará su función.(17)

 

He pasado, ha sido un momento grande de tensión y estamos en la última canal, es enorme y ahora hay que acertar por donde subir, si nos equivocamos se nos hará de noche sin duda…

Isabel desprecia la zona derecha que parece andada y sin dudar se va a la izquierda, ya no podemos esperar a la segunda cordada, hay que encontrar la salida de la canal lo antes posible, le digo que haga la reunión donde la pueda ver y  que también les sirva a la otra cordada que es más corta.

Por esta vez la veo frente a mí y puedo hablar con ella sin problemas, hizo la reunión por debajo de lo que lo ella intuye que es la salida de la vía pues no hay ninguna señal, y apenas llegan Mari y Jose Antonio empiezo a hacer el tramo, Jose Antonio me pregunta porque vamos por ahí, lo más factible desde abajo parece que es a la derecha y no a la izquierda, si Isabel se equivoca podemos quedarnos enriscados y tendríamos que dormir en la pared, no me preocupa en absoluto llevo ropa y agua de sobra para esa posibilidad, y confío ciegamente en Isabel, ella lleva toda la vida por estos riscos, ella es un cruce de lagartija y cabra montesa…(18)

 

Estamos en la penúltima reunión, o al menos creemos ver la cresta de la montaña,  está muy empinada y hace frío, estoy muy incómodo y esperamos que llegue Mari.(19)

 

Isabel parte para el final de la vía antes de que llegue Mari, no cabemos en esta reunión, yo estoy anclado pero muy incómodo, y en muy poco tiempo Isa  nos dice que está arriba, pero no la veo y apenas la escucho, y además hace mucho viento y frío lo que me hace pensar que efectivamente estamos casi arriba.

En cuanto escucho  a Isabel decir reunión  me pongo a hacer el último tramo de la subida de la cara norte del Midi, uno de los sueños de mi vida, estoy nervioso, sereno, emocionado, concentrado y alborotado…(20)

 

Y salimos todos de la gran pared de la vía norte al gran Midi, es un sueño hecho realidad, “mae mía”, ya solo queda Jose Antonio por llegar y lo hace sin dificultad (21).

 

Pero todavía no hemos hecho nada, nos quedan cien metros de desnivel para la cima y luego bajar, son las siete de la tarde, así que mientras ellos recogen cuerdas y dejan el peso junto a una roca yo salgo para la cumbre, quiero disfrutarla, y soy el único de los cuatro que nunca ha subido antes.

Sigo el sendero en la luz mortecina del atardecer de agosto, se pierde en una pared que hay que bordearla y luego saltar, mientras busco esa salida los demás han llegado hasta mí, así que hacemos el último tramo juntos.

Y parecía que era la cumbre pero no, hay que bajar un poco y luego subir a la izquierda hasta llegar a un vivac de piedra donde aparece el nombre del Midi con su altura escrito en una piedra…¡Cumbreeeeeeeeeee!

 

Tenemos poco tiempo para disfrutar la cima, por fin mi cumplecumbre de los 53 años, han sido 9 horas escalando. Para llegar hasta aquí ha hecho falta una caída casi mortal en los Infiernos en el 2015, una renuncia de compañeros en el 2017, que me hizo venir en soledad al Pirineo y desistir de intentar hacerlo por entonces y  por último en el 2021   una lluvia muy intensa antes de iniciar el ascenso por la vía normal nos hizo abandonar.

Todo es perfecto, tuvieron que pasar muchos eventos aparentemente negativos para que llegara el día de hoy, nunca soñé hacerlo por la cara norte, reservada sólo para los montañeros más arriesgados, atrevidos y experimentados, ¡Gracias Isabel!. ¡Gracias Mari!, ¡gracias Jose Antonio!

 

Queda bajar, son las ocho de la tarde, nos queda una hora y media  de luz, sin duda se nos hará de noche pero tenemos que llegar a la senda, nos queda una bajada muy vertical por la cara Este o vía normal cruzando una chimenea grande y otras más pequeñas, para terminar rapelando las dos últimas chimeneas que desembocan en la senda, vamos contra reloj.

Vamos muy deprisa, el haber estado nueve horas escalando nos ha dado la soltura  para bajar casi corriendo zonas algo complicadas, tenemos que volver donde se quedaron las cuerdas y las mochilas, y tras recogerlas empezamos a descender, las vistas son increíbles.

Pero vamos avanzando y cruzamos la tercera chimenea, la más alta, sorteando caídas de rocas y zonas muy resbaladizas por el pisoteo de las decenas o cientos   de personas que suben a esta montaña por esta vía (1).

 

Nos quedamos Isabel y yo algo atrás, nos hicimos alguna foto,a Isabel le cuesta bajar, tiene los dos talones lesionados, una caída escalando en los Mallos de Riglos casi le rompió el talón de Aquiles pero sin embargo le duele más el otro pie(“sano”) que tiene una calcificación protuberante sobre el calcáneo o talón, otra persona apenas podría andar por el dolor y ella escala y anda sin parar, me cuenta que se encuentra algo cansada, ha tenido que llevar toda la responsabilidad de la escalada y eso agota mentalmente, y no era nada fácil salir de la última canal, por donde lo hicimos era el único sitio posible en un amplio mar de rocas muy empinado…(2)

 

El sol cae rápidamente en su declinar y las nieblas del valle se extienden anunciando la noche acechante de oscuridad y frío, el tiempo se nos acaba, la luz se nos muere, no queremos hacer los rápeles en oscuridad,  menos mal que Isabel se sabe la bajada de memoria hay muchos sitios donde perderse y ya no vemos a Jose Antonio y Mari , la oscuridad se va abriendo paso ,nos metemos un una zona  empinada, cruzamos unos pasos difíciles asegurados con hierros clavados en la roca, y nos encontramos a Jose Antonio y Mari junto a la chimenea del rápel. Nos estaban esperando.

El plan es el siguiente, la primera chimenea es más larga y la haremos con nuestra cuerda de 60 metros, así que tras montarla  Mari rapelará la primera y detrás Jose Antonio y sin esperarnos se irán a la siguiente chimenea para  montar el segundo rapel con su cuerda de 50 metros, lo más probable es que ellos lleguen con luz a la última chimenea.

Y se ponen a rapelar mientras yo les grabo, la chimenea es bastante larga pero todavía se ve.(3)

 

He rapelado yo despacio, hace mucho meses que no lo hago y no me encuentro seguro, pero en cuanto llego abajo empieza Isa a bajar prácticamente de noche, es una realidad, la última chimenea la haremos a oscuras.(4).

 

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Y  aquí estoy  a oscuras colgando de una cuerda en una pared sobre un abismo, estoy tenso, no veo casi nada, la oscuridad parece que me va a tragar, no sé dónde pongo los pies, creo que voy a romper la cuerda con la tensión de mis brazos pero me sigo descolgando  poco a poco, el infinito negro se abate debajo queriendo atrapar mi ánimo, veo  una roca con forma de prisma triangular pero  no consigo ver si  debo rapelar a la izquierda o a la derecha, pongo los pies sobre ella con riesgo de quedar cabalgando encima de la roca pero la cuerda no me  dejará caer en el abismo.

Miro hacia abajo y la oscuridad hace que tu cabeza se llene de fantasmas, resuena en mis oídos las palabras proféticas  de Isabel Baranda, nuestra mentora y guía en esta aventura-“ Fran, una vez se nos hizo de noche y tuvimos que rapelar varias paredes a oscuras, lo pasé bastante mal, sobre todo para encontrar las chapas a oscuras para  montar el rapel, de noche todo es diferente…”

Y aquí estoy ahora colgando de la oscuridad…, por fortuna previniendo lo que iba a pasar como teníamos dos cuerdas en  el penúltimo rapel lo realizaron  primero Mari y Jose Antonio,  para ir  a buscar el siguiente rapel y dejarlo montado mientras Isa y yo bajábamos y desmontábamos el penúltimo, ellos lo bajaron  con algo de luz pero yo apenas veo casi nada  ahora mismo e Isa lo hará cuando yo llegue abajo con menos luz, la tranquilidad es que al acabar el rapel saldremos  a la  senda y aunque nos quedarán más de dos horas de camino hasta el coche(de noche serán tres), ya se acababan los precipicios y el máximo peligro.

De repente me saca de mis reflexiones un ruido metálico conocido y temido  por mí,  pongo mi cuerpo  en tensión preparado para el impacto…

La cuerda se había atascado sobre la  arista del prisma triangular que acababa de pasar y se ha  liberado violentamente…, me lanza contra la pared de la derecha a gran velocidad  que apenas la puedo ver, me voy a golpear fuertemente contra ella…

He puesto el pie…, me he escapado del golpe, de noche todo parece más grande, más hondo, más oscuro, más tenebroso…, ha sido un pequeño susto, empiezo a escuchar la voz de Jose Antonio y Mari abajo esperándonos, aunque todavía no les veo…, pero para mí son como las voces de sus padres  para un niño perdido en un bosque de noche…

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Y he ido a buscar los bastones que dejamos escondidos bajo una roca junto a la senda que llevaba a la cara norte, para ello tuve que desviarme un poco del camino de vuelta en el collado de Suzon, aproveché que Isabel estaba buscando cobertura para hablar con su hijo, la noche estaba cerrándose  y desde lejos Jose Antonio me daba indicaciones sobre dónde  podían estar los bastones, al final los recojo y vuelvo al grupo, Mari trabaja mañana y tiene más de dos horas de camino de vuelta, pero ya ha asumido que acabaremos muy tarde, volvemos relajados sin prisa en el sendero nocturno casi invisible en la oscuridad que nos llevará primero al refugio de Pombie y más tarde al parquin, nos quedan casi tres horas de camino  y estamos muy cansados pero muy felices…

Y me quedo atrás en la senda sumido en la oscuridad, he apagado la luz de mi frontal para ver de verdad…

Y la luna llena quiere salir para alumbrar, pero las nieblas le impiden brillar, su luz anaranjada se filtra a través de los suaves hilos de humedad nebuloso  que se aposenta en los valles, y que tocan el cielo, hiriéndolo de rojo selénico, tiñéndolos  de negros y de azules, de nadas y de todos, de soledades y de plenitudes, de espacios vacíos y de tiempo perdido, de armonía y de luchas superadas, pero todo ha dejado de existir, para Ser, Ser aquí y ahora en este momento de oscuridad, este momento de Soledad, en la que el silencio habla, y cuenta tantas cosas, que no están hechas para el oído.

 

 Ese silencio que sale de la tierra e impregna las rocas, que cubre el firmamento plagado de millones de estrellas que te miran sorprendidas y cariñosas de tu paso, paso sosegado, pausado, cargado de penas del pasado, pleno del presente que borra tus huellas, efímeras, sutiles, banales,  y todo tan trascendente a la vez, mientras Maese Viento  sopla en mis oídos…

  • Maese Viento, lo hemos conseguido. Querido amigo.

  • Ya sabías de antemano que así sería, jugabas con ventaja, ya conocías  que todo sería perfecto.

  • Maese, es cierto… Ya lo había visto, y casi vivido antes de pasar.

  • Algún día tendrás que contar a los humanos el secreto de la sincronicidad, como hice yo contigo en su momento.

  • Todavía no están preparados, Maese, la mayoría viven y sienten en la materia. No ven más allá, no entienden nada.

  • ¡Anda el que va a hablar!, ¡acaso te crees que sabes algo, humano! Eres tan ignorante como ellos, te crees que posees la verdad y que eres dueño de tu vida, mientras tu herida sigue sangrando año tras año haciéndote sufrir sin que sepas cómo cerrarla. No eres quien para dar lecciones a nadie.

  • ¡Calla!, calla…, que me sacas de mi meditación. Bueno, en verdad tienes toda la razón. ¿Has visto que llegamos justo al camino en el último minuto ya en la   noche?

  • Un poco más y os quedáis en el descenso sin poder bajar por la oscuridad, suerte la vuestra y la de tu sincronicidad.

  • Y si Isabel no encuentra el camino en la última canal, estaríamos todavía por allí arriba, enriscados de noche. Salimos por el único sitio posible de la pared  que  era enorme con muchas pistas falsas y parecía imposible no perderse pues no había ni un hito, ni una sola pisada, ni siquiera las cabras montesas pasan por la cara norte del Midi…

  • Anda, humano. No seas malo y ponle a los que te leen, el video que grabaste en la cima en la que Isabel cuenta su secreto mágico.

  • Maese Viento, me has descubierto el final de esta historia. Tú, que todo lo ves y lo sabes…,¡Chivato!

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