En la pirámide del Palas. La cúspide de las trepadas y miradas infinitas…

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  • Pues yo voto por el Palas…

Dije cuando me tocó mi turno mientras cruzaba los dedos para que el resultado de la votación fuera lo que yo deseaba, y esta vez, con todas mis fuerzas…

Y allí estábamos, en el salón de recreo del hotel Mariana de Tramacastilla de Tena, para decidir qué cumbre subiríamos, las opciones que nos había dado Toño ,el jefe, eran el Balaitous y el Palas, inicialmente había planeado subir los dos, pero era materialmente imposible después de las dos palizas que nos habíamos dado los dos días anteriores.

Eran las once de la noche, acabábamos de bajar de los Infiernos, mis Infiernos, la cumbre en la que perdí mi vida…, mi vida anterior, y ahora sentados en torno a una mesa donde el dueño del hotel nos había preparado algo de comer, decidíamos el destino de los próximos dos días, las catorce horas de  los Infiernos y la anterior subida al Telera no nos dejaban fuerzas para hacer las dos cumbres citadas en dos días, además Eugenio había roto sus botas y teníamos que buscar una solución mañana antes de subir al refugio de Respomuso desde el que abordaríamos la cumbre ganadora en la votación…

  • Yo voto por el Balaitous, dijo Lute sin dudar.

  • Pues yo voto por el Palas, había dicho yo.

  • A mí me da igual, yo me abstengo. Dijo Eugenio.

  • Pues yo quiero el Balaitous, dijo Marga.

Todas las miradas se quedaron fijas en Caroline, me latía el corazón con fuerza, mal presentimiento tenía en el Balaitous, la cumbre que sirve de prisión para el señor del mal, según me había contado Maese Viento, pero ese no era el tema ahora,…tenía un negro presentimiento sobre la subida al Balaitous que me estaba matando en esa votación…, que cerraría posiblemente acontecimientos muy difíciles para nosotros si ganaba el Balaitous…, lo presentía, que algo malo nos ocurriría y no solían fallar mis premoniciones funestas.

Ya había subido al Balaitous, hacía tres años, y es una cumbre de las que sin cuerdas tiene su peligro,… y el plan trazado por Toño hasta su cima sería con las mochilas grandes cargadas con sacos y equipajes, con un solo arnés para todos y mucha nieve, realmente estaba rezando para que saliera el Palas, me mordía los labios  mientras miraba intensamente a Caroline, casi suplicándole que dijera el Palas…, mientras el corazón casi se me salía por la boca…

  • Pues yo conocí un gran montañero hace tiempo, que había subido cumbres en todo el mundo, y le gustaba mucho venir a Pirineos y cuando le pregunté cuál era su cima favorita del Pirineo…

El corazón me latía con más fuerza, mientras pensaba que tenía que ser el Palas, sí, ¡el Palas!, el mejor pico del Pirineo…, o más bien lo deseaba con todas mis fuerzas…, y se me había parado la respiración…

  •  Y me dijo que sin duda era el Palas…, yo voto por el Palas…, dijo Caroline con su habitual acento irlandés, mirándome de reojo.

Volví a coger aire tras escuchar a Caroline, el desastre se había salvado de momento…

Y era empate técnico, Toño decidía, antes de que  votara  intenté hacer ver que al palas subiríamos sin mochilas pues bajaríamos por el mismo sitio, mientras que  por el Balaitous  bajaríamos por la gran diagonal  y tendríamos que subir con todo el equipaje a cuestas, mochilas grandes muy desequilibrantes en una pared muy empinada que se suele subir con arnés y escalando…,Marga tras escucharme se estaba meditando cambiar de opinión hacia el Palas tras mis razonamientos,  podrían creer que yo quería el Palas por no haberlo subido nunca, pero no, era por el oscuro presentimiento que me rondaba el ánimo desde que escuché por primera vez a Toño hablar de nuestra posible subida al Balaitous…

  • Pues entonces si Marga no le importa hacer el Palas, yo realmente prefiero el Palas, haremos el Palas, es una montaña muy bonita…, de las que más me gusta subir…, dijo Toño cerrando la votación.

Dejé escapar un leve suspiro de alivio que nadie apreció…, y me relajé, mis premoniciones no suelen fallar…, si hubiera ganado el Balaitous no sé qué habría hecho…

Todavía no nos habíamos duchado, desde los Infiernos nos bajamos directamente al salón del hotel donde nos habían preparado una cena en frío, pues el cocinero del hotel sólo estaba de nueve a diez, apuré el último sorbo de mi cerveza artesana mientras miraba pensativo por el ventanal que mostraba las luces del pueblo alumbrando levemente la oscuridad de la noche…

Oscuridad, la había sentido dentro de mí, en el nombre de Balaitous, había visto un accidente en su subida, y no era yo esta vez quien lo sufría como en los Infiernos, que en su momento también lo presentí, y aquella vez logré salvar una vida y  la otra…, murió, por fortuna…

 Pero  nos esperaba el Palas, y  sin accidentes…, lo sabía, es el hermano pequeño de  Balaitous, que situado junto a él nos daría una trepada y unas vistas infinitas, por la chimenea de Ledormeur, clasificada como poco difícil en el argot montañero, pero con una verticalidad no apta para personas con vértigo…, un nuevo  sueño montañero que se haría verdad.

El hacer una solo cumbre en dos días, nos daba un elemento desconocido hasta entonces,…tiempo libre, esta vez no habría que levantarse a las cinco de la mañana y podríamos descansar, pues lo único que haríamos al día siguiente es buscar una solución a las botas de Eugenio y subir tranquilamente al refugio de Respomuso al que le separan del aparcamiento de La Sarra unos 9 Kms, algo más de tres horas,…un paseo.

No levantamos tranquilamente para desayunar a partir de las nueve, Lute, Toño y Eugenio salieron para Sallent de Gállego para tratar de arreglar las botas de Eugenio, Marga, Caroline y yo…, Fran Pisandocumbres, nos fuimos en mi coche más tarde, encontrándoles en el aparcamiento con varias botas al sol secándose tras haberle aplicado pegamento, no sólo era Eugenio quien las tenía rotas…

Nos dimos un paseo y tomamos un refrigerio antes de partir al aparcamiento de la Sarra, eran las once y media y se cenaba a las siete de la tarde, no teníamos prisa…

Llegamos al final del aparcamiento del embalse de la Sarra  y tras esperar a que saliera un coche conseguí aparcar, vería por fin el camino  del arroyo Aguas Limpias hasta Respomuso, hace tres años lo hice en solitario y en oscuridad, entonces sólo pude escuchar el sonido del agua sin apenas llegar a verla…

Y empezamos a andar con las mochilas cargadas, y realmente estaba agradeciendo no tener que subir con tanto peso a una cumbre como el Balaitous, lo haríamos  libres y ligeros al Palas, más larga su trepada  pero sin negras premoniciones sobre su ascensión…

La senda que lleva hasta el embalse y refugio de Respomuso es realmente preciosa, primero entre prados y luego entre bosques que van siendo asaltados continuamente por arroyos y alguna que otra cascada que ahora en pleno deshielo rugen y hablan en miles de pequeñas voces que cuentan muchas historias a su paso…, las historias de cada una de las gotas de agua que fluyen libres en la corriente líquida y que se desliza cuesta abajo desde las cumbres nevadas…

Y tras subir sin prisa y con algunas pausas de repente aparece ante nuestros ojos Respomuso…, con sus pirámides apuntando al cielo desafiando el azul celestial…

“Y mirar al cielo dañado de  tierra…,

para ver las nubes raspando sigilosamente,

las puntas afiladas de piedra…

Respomuso, Respomuso…,

refugio de pirámides…,

acosadas de viento,

tocadas de estrellas,

mimadas de luna,

que se reflejan en la laguna…”

Y había vuelto a Respomuso, al pie del Balaitous, prisión del señor del mal, según me contó Maese Viento cuando estuve por allí hace 3 años, en la historia de Culibillas, la Fada Madre que derrotó a Balaitous, Olivier Balaitous,  librando a la humanidad del terror de señor oscuro, una lucha parecida en la que estamos  ahora, solo que ahora  son los señores oscuros, hijos de  Olivier Balaitous,… quienes nos dirigen. El Amor lo va a tener muy difícil esta vez…, pero lucharemos  en esta guerra…, hasta el final.

Nos metimos en el refugio de Respomuso y disfrutamos de nuestro momento cervecero…, tan gustoso después de pasar el calor en la subida…

Y después de esto, nos dispersamos, algunos prefirieron siesta, otros como Marga y yo preferimos fotos, así que nos fuimos a buscar rincones que recordar en nuestras retinas y en nuestras cámaras, ambos lugares bien cerquita del corazón…

Nos adentramos entre pequeños lagos, mirando las cumbres reflejadas indiferentes en las aguas mansas redondeadas de pinos que aromatizaban el sueño palpable de azul y verde, de gris talentoso de luz y serenidad. Una foto, un suspiro, un respiro, pasos que se detienen delante de una flor, escucha rasante del vuelo de una rapaz sobre nuestras cabezas, es tan fácil y bello vivir…, por qué nos empeñamos en hacerlo todo tan difícil, por qué dejamos nuestro mundo en manos de los codiciosos, de aquellos que sólo quieren poseer lo que no se puede, pues cuando se marchen, como haremos todos, pues nadie permanece, todo se quedará aquí, y sus vacías vidas sólo habrán servido para extender la miseria y el dolor entre los Seres Humanos, cuando somos todos hermanos, hijos de Madre Tierra, y estamos hechos de la misma materia de todo lo que nos rodea,…restos de nebulosa,… polvo de estrellas.

Nos volvemos para cenar, y tras ello subimos a la habitación que teníamos asignada y nos encontramos que a pesar de las estrictas normas para el Covid, con mascarillas, con separaciones y demás nos metieron otras seis personas en la habitación, así que estábamos 14 en una de 16, lo que no es el cincuenta por ciento vigente, y ante las protestas de ambos grupos afectos, nos sacaron una interpretación particular y local de las leyes, …luego si hay contagio le cerrarán el refugio y la avaricia les romperá el saco.

Nos hicimos muy amigos de los montañeros de Zaragoza que compartirían estrechez de habitación con nosotros, no nos quedaba otra, íbamos a compartir nuestros virus por esa noche…

Amanece, son las siete, bajamos a las ocho a desayunar, recogemos y tras una primera foto de salida, que hicimos Marga, Eugenio, pues los otros salieron “escopeteados”, empieza la subida al Palas por fin…

Desandamos el camino del día anterior, vamos llaneando, dejamos atrás el embalse de Respomuso mientras el sol asoma cada vez más por las pirámides de Respomuso, que ya hacía rato que habían perdido el rojo ruboroso del amanecer, tomamos una senda que sale a la derecha nada más cruzar la presa con las aspas cruzadas pintadas en una pared, señal de que nos salíamos de la ruta de la GR-11 que pisamos al venir, seguimos llaneando pero nos elevamos sobre el valle que se desploma a nuestros pies dejándonos vistas lejanas de cumbres que Toño nos explicó y ya no recuerdo…

Una mirada atrás, Respomuso va a desaparecer de nuestros ojos, vamos a girar para adentrarnos en el valle de los Ibones de Arrieles, y al girar nos sorprende la mole redondeada del Palas, es una montaña preciosa, una pirámide que nos espera en el curso de nuestros pasos…

Nos encontramos pequeñas lagunas, y neveros que cruzamos asombrados de tanta belleza…

Nos acercamos a una pequeña garganta donde ruge el agua con gran intensidad y la ilusión de ver qué hay detrás…

Se abre el valle, los Ibones de Arrieles dormitan a los pies del pico de Arriel mientras al fondo nos espera taciturno y paciente el Palas, desde aquí parece imposible su ascensión, es muy vertical, y a sus pies grandes neveros nos obligarán a usar los crampones y el piolet, será una jornada alpina muy completa.

Hemos bordeado el Ibón de Arriel bajo pisando un gran nevero, mirando de reojo al pico Arriel que no se altera de nuestra presencia, esta vez vamos más adelante, cruzamos el río y nos aproximamos al Ibón de Arriel Alto, donde empezará la subida, hasta ahora hemos llaneado sin tomar altura, la subida al Palas es muy vertical y vertiginosa, una delicia para los locos de las alturas…, como yo.

Otra vez bordeamos una laguna, esta vez el Ibón alto, llegaremos hasta la base del Palas tras pisar una gran pedrera, y bastante nieve que te amenaza con resbalar y acabar bañándote en el Ibón…

La emoción me embarga, estamos al pie de la subida, Toño me explicó por donde la haríamos antes de llegar hasta la base de la montaña, cruzaríamos una chimenea que está a la derecha, para subir por el gran nevero que nos dejará a los pies de la chimenea de Ledormeur, de las más famosas de Pirineo, por fortuna el palas no llega a los tres mil, si así fuera, estaría con mucha más gente, pues hay fiebre por los tres miles…

Paramos a comer algo antes de empezar la gran cuesta, nos colocamos el casco en la cabeza; su sitio ideal, no puedo dejar de mirar la subida, me corroe la impaciencia por comenzar la ascensión, la incertidumbre de las nuevas dificultades desconocidas me hacen vibrar en nerviosismo…

Una gran pedrera que nos recuerda al Telera nos recibe en su seno, vamos adquiriendo altura mientras que los Ibones de van haciendo cada vez más visibles ante nuestros complacidos ojos…

Nos adentramos en la chimenea, voy el último otra vez, es difícil ascender porque te resbalas, se desprenden muchas piedras, y yo soy el que más posibilidades tengo de recibir alguna  al ser el último, de ahí el casco…

Hemos salvado esta primera subida, no sin esfuerzo, ahora hay un gran nevero, nos colocamos los crampones y sacamos los piolets, aunque Toño y Lute los han olvidado, yo siempre los introduzco en mi mochila antes que la comida…, sin ellos no soy nadie.

Cruzamos por la nieve que se deja pisar bien, vamos haciendo zetas, y alguna zona rocosa tenemos que rozar, mientras que Lute y Toño sin crampones se meten por las rocas cuando pueden, salimos a una zona empinada de nieve, Caroline y yo quedamos atrás viéndolos de lejos…

Últimos tramo, pasamos hasta una zona de rocas grandes, allí dejaremos las mochilas, no nos quitamos los crampones pues hay una lengua empinada de nieve para llegar hasta la base de la roca, comemos y nos relajamos y un rato…

 

Mientras miro a Caroline, reparo detrás de ella la mirada del Balaitous, la prisión de Olivier Balaitous, el gran Señor Oscuro que derrotó la Gran Fada Madre Culibillas, para brindarnos una nueva oportunidad a la humanidad…;

“Olivier estaba en el suelo de rodillas, había perdido la armadura y había recuperado su aspecto de genio inicial, el miedo que tanto le había dominado a lo largo de su vida le hacía temblar…, parecía un ser desvalido, pero su soberbia seguía ahí…

  • No tenéis derecho, yo soy el señor supremo, Olivier, mis hermanos os destrozarán…, dijo sin ninguna convicción.

  • A qué hermanos os referís, han huido todos como cobardes, y os han dejado solo a expiar vuestra culpa…

  • No me matéis por favor…, no lo hagáis, vos no podéis, sois una Fada, no os podéis manchar las manos con mi sangre…

  • Tenéis razón…, os devolveré al sitio de donde nunca debisteis salir y además os condeno a que vuestro nombre sea olvidado para siempre por todos…, el nombre del mayor ser oscuro, del mayor demonio…, será olvidado en expiación por vuestra maldad y vuestra Soberbia…

  • No…, no por favor, piedad, no me dejéis en el anonimato, mi nombre debe ser recordado…, eso no, matadme…, antes.

  • Olivier, he dictado sentencia, será la última vez que alguien sepa de vuestro nombre y quedaréis bajo la montaña en la que pusisteis vuestra fortaleza, hasta el confín de los tiempos…

  • Pero los hijos y mis hijas se han extendido y llevarán la maldad por la faz de la Tierra, los gobiernos de los humanos serán presididos por mis hijos…, y la codicia gobernará su mundo, al final he vencido, Culibillas, ¡He vencido!

  • Serán los humanos quienes decidan su futuro, nuestro tiempo se ha acabado, Olivier…, los Seres Mágicos y los Seres Oscuros dejaremos de intervenir directamente en el destino de la humanidad…

Y entonces le miró con severidad y un halo de luz  blanca salió desde sus manos hasta alcanzar a Olivier, que lo arrastró hasta el interior de la montaña cerrándose sobre él conformando su prisión para siempre…”

No paraban de sonar las últimas palabras de Olivier en mis oídos, realmente hemos perdido…,¿realmente su hijos se han hecho dueños de nuestros destinos sembrando el dolor y la miseria en el mundo humano?…

Toño sacó de una mochila un arnés que se colocó Marga, ella es la que más vértigo tiene de los seis y la quiere bajar rapelando, pero primero tenemos que subir, así que cruzamos el nevero que termina en un puente de hielo que te deja sobre la roca, nos quitamos los crampones y los piolets y los dejamos allí mismo, encima de la roca, a la vuelta los recogeremos…

Estoy nervioso, nos espera la famosa chimenea Ledormeur, Toño nos llevará hasta ella, empezamos a trepar por una pared amplia con fácil agarre, llegan desde atrás una pareja con cuerdas y arneses que estaban subiendo por el lado francés, por la arista de los geodésicos, pero no lo han visto claro, así que dejarán las cuerdas y los arneses y subirán por donde nosotros, llaneamos un poco con grandes vistas…

Por fin llegó, la chimenea de Ledormeur, desde aquí es vertical pero factible, me quedo tras Caroline en último lugar, yo la ayudaré si fuera necesario, Toño va adelante con Marga, en medio Lute y Eugenio, este primer tramo es el peor, a poco de empezar hay un paso un poco complicado que nos hace pensar, pero aunque es totalmente vertical tiene grandes agarres.

La pareja nos adelanta, van más ligeros de paso y de pensamiento, la chimenea se abre y ahora es bastante sencilla, vamos adquiriendo altura fácilmente, elevándonos sobre el mundo que nos sustenta, mano a mano, presa a presa, el cielo se nos acerca continuamente al ritmo de nuestra respiración…

Salimos de la chimenea, ahora el terreno es más fácil, nos acercamos a la arista y empezamos a ver horizontes infinitos…

 

Me he quedado mudo mirando, no hay palabras para expresar lo que se siente, los sentimientos son tan intensos y tan personales…

Seguimos de nuevo, nos espera una chimenea vertical antes de la cima, más sencilla que la anterior, pero merece nuestra atención, pues el peligro sigue siendo grande, Marga va primera embalada hacia la cima, desde que salió de la chimenea Ledormeur se la  ve con muchas ganas de alcanzar sus sueños…

Sigo siendo el último del grupo, estoy disfrutando como un bebé, entre las rocas me siento yo mismo, deslizándome tras la estela de mis compañeros…

Ya han llegado,  la cima es pequeña, está en ella la pareja joven que nos adelantó, son muy agradables  y nos hacen fotos sobre el montón de piedras que forma la cumbre, que es muy aérea, me recuerda mucho al Almanzor en los barrancos que circundan y su escaso espacio arriba.

Estamos disfrutando, fotos, y más fotos, la pareja joven se marchó, vemos a lo lejos que vienen más montañeros, nos bajaremos para no apelotonarnos en la cumbre, grabo un vídeo tranquilamente sabiendo que mis compañeros ya están bajando, los alcanzaré  fácilmente en la bajada, aunque Caroline me está requiriendo que baje de una vez, pues se ha quedado un poco rezagada esperándome y no le gusta afrontar la pared sola, aunque tiene técnica de sobra  para hacerlo sin ayuda como me demostraría después en la chimenea Ledormeur…

 

Nos toca la primera chimenea, vamos con mucha tranquilidad, me siento a ver las infinitas vistas…

 

 

Y sentado mirando a Caroline en el destrepe, siento una leve brisa que acaricia mi rostro…, Maese Viento.

  • Maese, ¿por qué hay tanto dolor en el mundo?,…me cuesta tanto entenderlo. Con lo fácil que es vivir y ser feliz con muy poco…

  • Veo que por fin te has acordado de mí, humano, te afanas tanto en la trepada que no escuchas mi aliento…

  • Sí, Maese, tengo que estar concentrado en lo que hago, ya sabes que aquí un error puede no tener enmienda…, pero…,no me has contestado amigo…,desde aquí arriba siento el miedo, la incertidumbre, el dolor de la humanidad…

  • Realmente quieres saberlo, humano, el saber te da libertad pero te puede exponer al dolor…

  • Quiero el saber, Maese, el dolor ya lo tengo, todo el que respira y siente tiene sus heridas, y el dolor ya es una  parte asumida por mí…

  • Pues la respuesta es muy sencilla, humano…, los hijos de Olivier os gobiernan desde siempre, los Señores de la Avaricia siempre han llevado vuestro fatuo y falso mundo humano…

  • Entonces Olivier ha vencido, desde las profundidades de la montaña sigue dirigiendo nuestras vidas…, llevando la guerra, la miseria, la muerte y el dolor por los cuatros costados de nuestro mundo…, ¿eso me estás diciendo Maese?

  • Ya te dije una vez humano, que el Amor nunca será vencido, el Amor verdadero está en el alma de todo ser humano, pues todos venís del mismo sitio, y tenéis la misma esencia…

  • ¿Entonces qué está ocurriendo, Maese?.

  • Los avariciosos siempre llegan y han llegado al poder, es muy sencillo. Las personas llenas de Amor no necesitan del poder, ni de las cosas materiales para ser felices, y para preservar su felicidad se apartan del mundo vano y fútil que te lleva a ser dirigente, a triunfar en la sociedad. Mientras quienes vibran en la codicia y en el odio, porque no han visto su verdadera naturaleza, aspiran a conseguir el poder material en este mundo, pues no ven más allá de lo material.

  • … Maese, me estás diciendo que estamos condenados, que siempre las peores personas, las personas rotas, sin moral, sin empatía, alcanzarán el poder de nuestros gobiernos en la luz y en la sombra…

  • Así es, humano, quien vibra en el Amor no necesita nada ni a nadie, sólo quiere sentirse bien y hacer feliz a quienes les rodea, todo lo necesario está dentro de ti, humano, fuera no busques nada…

  • ¡No puedo soportarlo!, Maese, estamos siempre condenados al fracaso…

  • No, humano. El futuro está en vuestras manos, pero para cambiarlo hace falta que la mayoría de vosotros despierte…, a esa realidad superior, tenéis vibrar más alto y elevar vuestras conciencias  a un nivel superior como personas y especie, y para ello algunos pocos tienen que brillar en la oscuridad…

  • ¡…la luz es más visible mientras más oscuridad haya!, ¡por fin te entendí…!, Maese. Es una oportunidad de mejora…, sin oscuridad la luz no podrá abrirse su camino, ni podrá ser vista…

Me he quedado atrás…, una vez más, me vuelvo a acercar a Caroline, es realmente bello poder vivir y poder sentir, la luz me rodea por todas partes, las nubes lejanas se distancian en silencio mientras los azules  de diferentes tonalidades se mezclan mojándose de lagunas, raspándose en cumbres, tapándose de grises, marrones y blancos moteados de nieve moribunda y de horizontes encrespados por cientos de cumbres…

Se suaviza la bajada y me hago una foto con la prisión de Balaitous, seguimos acechando la emoción de la bajada de la chimenea, nos cruzamos con varios montañeros que persiguen la meta que hemos abandonado…

La chimenea de Ledormeur, ya estamos en ella, Toño ha sacado una cuerda y está bajando a Marga asegurada, Lute y Eugenio van con ella mientras que él va soltando la cuerda.

 

Caroline y yo, mi pareja de destrepe, estamos sentados esperando poder bajar, es mejor bajar todos juntos por si sueltas una piedra que no tome velocidad, pero como la cuerda de es de cien metros haremos de enlace con el grupo de Marga y Toño se quedará atrás asegurando…

Algunos montañeros más ligeros nos adelantan, vamos muy despacio, el principio es muy sencillo, pero sin confiarse, una caída es letal, voy demasiado lejos de Marga, Lute y Eugenio para sacar buenas fotos de sus descenso…

La chimenea se estrecha, voy delante de Caroline, le voy diciendo por donde pisar, aunque no le hace falta, baja mejor que yo. Se ha estrechado mucho, llega el paso difícil, es una roca sin apenas agarre no sólo vertical, sino con un poco de desplome, dudo un poco, se puede hacer por dos lados, me voy por la derecha, aunque subí por la izquierda, por un momento  me quedo colgando de la pared sin saber que paso dar, miro buscando apoyo, no lo veo, entonces Lute me dice que me deje caer a la derecha apoyando la mano abajo,  un acto de fe…, ya he salido del paso, era muy fácil, pero cuando cuelgas a muchos metros del suelo, no lo parece, Caroline no tiene ningún problema siguiendo mis indicaciones, cuando destrepas a veces no ves dónde apoyas las manos y los pies y es un poco estresante o divertido, depende de cómo te lo tomes…

Se acabó la chimenea, pero no la roca, hay otro destrepe hasta el nevero y nuestros crampones, ahora estamos soltando piedras pequeñas que caen sobre marga y su grupo mientras Toño recoge la cuerda…,tenemos que tener más cuidado

Una vez más me quedo el último, espero que venga Toño con la cuerda mientras me pongo los crampones, este tramo de nevero es muy vertical y resbaladizo y para entrar en él hay que tener cuidado al no ser sencillo…

Lute y Toño van delante de Caroline en la nieve sin crampones, Toño se resbala y va cayendo, se tiene que apoyar con todo el cuerpo clavando su piolet con fuerza para no irse para abajo, en cambio Lute clava los talones y baja sin dificultad, yo estoy un poco nervioso de verlos a los dos sin crampones…

Podríamos desandar el camino en breves minutos bajando por el nevero, ahora de nieve blanda, pero es muy peligroso para quienes no tienen crampones y podrían acabar como en mis Infiernos, así que Toño, el jefe, decide bajar por la pedrera de rocas grandes, va a ser un buen rato y muy entretenido…

Ya pasamos el paso de nieve y nos sentamos en la pedrera donde dejamos las mochilas, estamos comiendo y bebiendo son las cuatro y media de la tarde, otra vez se nos hará tarde para cenar en el hotel de Tramacastilla de Tena, que sólo da cenas de nueve a diez de la noche y nos falta todo el camino de vuelta.

Vamos andando por la pedrera en busca de llegar de nuevo al ibón superior del Arriel donde encontraremos el camino que usamos al subir,

Piedras, pedreras, arenales, resbalones, se van sucediendo, estoy un poco molesto por no haber bajado por la nieve pues hubiera sido muy sencillo, pero siempre hay que ir en grupo y ser solidarios unos con otros…, ese es el espíritu de la montaña.

Tenemos que bajar un resalte de roca para llegar al ibón, miramos por varios sitios, hasta que Lute nos muestra la bajada, ahora estoy el primero, me meto en un nuevo nevero, es un alivio deslizarse en la nieve sin tropezar en pedrera…

Paramos junto al Ibón Caroline, Marga y yo, Lute, Eugenio y Toño siguen adelante, vamos bebiendo y respirando, ya hicimos la bajada peligrosa y ahora nos estamos relajando, hemos perdido de vista a nuestros compañeros…, no nos importa nosotras tres vamos en mi coche y quiero cenar un chuletón en Biescas que seguro que dan comida a las once de la noche…

Cogemos agua en uno de los muchos arroyos que nos caen por doquier y comemos algo, vamos casi en ayunas,  el espectáculo es impresionante, las lagunas nos ofrecen neveros en sus bordes que tenemos que bordear y grandes arroyos que cruzar, mientras el Palas se despide a nuestras espaldas y el pico Arriel nos mira desde arriba al pasar a sus pies…

En la última laguna nos encontramos a Eugenio, se ha quedado en la allí  refrescándose con un chapuzón, Toño y Lute siguieron buscando su cena en el hotel.

Hemos pasado todas las lagunas, ahora tenemos que buscar el camino de vuelta al parquin que sale a la derecha del valle, a la izquierda es por donde vinimos hacia el refugio,   dudamos un poco pero al final vamos por la zona de vereda más ancha en el barranco, si se le puede llamar vereda a este tramo…

El descenso es vertiginoso por una pedrera infinita que nos recuerda al Telera pero con algo más de senda. A Eugenio se le vuelve a romper la bota y yo saco la cinta aislante que tenía preparada pues presentí que iba a pasar…, soy un poco brujo, cuando hacía la mochila en Extremadura me la encontré en un sitio inusual y entendí que la tendría que llevar mano pues algo se iba a romper…, Marga se encarga de las reparaciones con bridas y esparadrapo…

Vemos de lejos a Toño y Lute, se tiraron por el camino difícil y están dudando abajo en la pedrera, estamos trescientos metros arriba de ellos, van junto al arroyo, en poco desaparecen entre el bosque y ya no los veremos más hasta el hotel.

Empezamos la bajada de verdad, cruzamos en zetas por la pedrera aliviados de no haberla tenido que subir con las mochilas cargadas como era el plan inicial si hubiéramos hecho las dos cumbres…

Estamos abajo del barranco, cruzo el arroyo, Caroline y Marga me siguen, mientras Eugenio se enreda dentro del arroyo, estamos llegando al bosque y de repente se abre ante nosotros un verdadero jardín botánico, flores de todos los colores nos rodean mientras el bosque aparece destruido por una avalancha y tenemos que saltar continuamente troncos de árboles caídos…

Vamos con cuidado, pues nos salen más obstáculos de los esperados a estas alturas, pero pasamos el prado de árboles muertos y salimos al camino marcado que lleva a La Sarra por donde vinimos el día anterior, nos queda más de una hora para llegar, son más de las ocho de la tarde, iremos a cenar a Biescas nuestro chuletón…

Marga y yo paramos a meter los pies en el arroyo mientras Caroline y Eugenio siguen, es una delicia mojar los pies en frío…, y como pollito moribundo que revive con la pimienta, el agua fría nos renueva…, y como si no hubiéramos andado nada comenzamos a bajar casi corriendo para alcanzar a nuestros amigos.

A pesar de nuestra velocidad nos cuesta llegar hasta Caroline, que va solitaria por el bosque, Eugenio aceleró para tratar de alcanzar a Lute y Toño pues iba en el coche de ellos…

El camino nos regala su frescor a ratos, aunque el cansancio nos hace ignorar la belleza del lugar que templado en la humedad rugiente del agua, brota de verde envolvente, suave, silencioso, sereno que abraza y acoge como madre en su seno…

Dejo a mis compañeras un poco atrás y voy al alcance del parquin, estamos deseosos de llegar, y cuando llegamos al parquin nos encontramos a Eugenio esperándonos en mi coche, Lute y Toño ya se fueron al hotel pues no llegarían para cenar, nosotros vamos a hacerlo en Biescas, las tres cumbres subidas Telera, Infiernos y Palas merecen una gran celebración.

Así que salimos sin demora al hotel para ducharnos y bajarnos a Biescas, miré en interné horarios y posibilidades de restaurantes, gustándome el Restaurante Casa Juan…

Allí fuimos los cuatro tras saludar a Toño y Lute que estaban terminando de cenar cuando llegamos, cenamos un entrecot  exquisito, nos atendieron de maravilla a pesar de ser las once de la noche, con una velada de fin de rutas maravillosa que puso un gran recuerdo…

Y al día siguiente nos volvimos pasando por Logroño para tomar unas cañas en la calle Laurel, aunque antes estuvimos en una panadería donde brindamos con vermut por los maravillosos días que pasamos…

Gracias Lute, gracias Eugenio, gracias Marga, gracias Caroline y sobre todo gracias Toño, el motor y guía del grupo, todo salió perfecto y es un gran recuerdo el que nos quedará en nuestros corazones…

  • Maese Viento…,y…

  • Dime humano, ¡ es que nunca vas a callar…!

  • Ahora que nadie nos escucha, Maese.¿ Y si volviera Culibillas, la Fada Madre, a arreglar este entuerto en que nos hemos metido la humanidad…?

  • Escucha lo que te voy a decir…, pues no lo repitiré…, Culibillas no puede hacerlo, pues ya pasó su era y vela desde la oscuridad por la humanidad, pero algún día aparecerá de la nada alguna de sus hijas,…y ella;…os guiará de nuevo hasta la luz.

 

 

 

 

 

 

 

 

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2 comentarios

  1. Fran Morales Fuentes

    Fran, hermano, yo también me alegro de que en aquella votación saliese elegido el monte Palas.
    Aunque no falto de riesgos, si el presentimiento era positivo, estamos de acuerdo en que fue la mejor decisión. Hay que seguir al corazón… está claro.
    Esperemos que pronto la humanidad despierte y se termine esta manera avariciosa de gobernar el mundo. Tenemos mucho por delante y no lo deberíamos exterminar.
    Las vistas y los colores que ofrece el Palas son maravillosas. Me ha enamorado esa montaña. No se si algún día la subiremos, pues Isabel (que por cierto, ella es de Castuera) tiene vértigo y le cuesta… aunque siempre exagera un poco y se pone nerviosa antes de tiempo… al final, la mayoría de las veces, con tiento y un poco de ayuda, consigue subirlo casi todo. Hay que arriesgar siempre, si no, nos estancamos.
    Eugenio va a tener que mandar esas botas a reparar. Nosotros hace poco mandamos unos pares de zapatos de montaña a resolar, a una tienda llamada 9cPlus, en Elda. Ya hemos usado esos zapatos, que tienen sus años, y la reparación ha sido muy buena. Suelas nuevas bien vulcanizadas. De momento, 4 días en Gredos y 3 en Sierra Nevada, y están resultando muy bien, no se ve que hayan sufrido lo más mínimo… parece que hay suelas para rato.
    Un abrazo, chaval… y te deseo mucha luz.

    • Fran Pascual

      Holaaa,Tocayo. El Palas para muchos es la mejor cumbre del Pirineo, las sensaciones son especiales, y sin ser difícil no deja de ser arriesgado pues la canal es muy vertical y hay que echarle su coraje si tienes vértigo. Pero sólo hay un paso que hay que pararse un poco, lo demás es pan comido. Me he dejado mis botas nuevas destrozadas en los Picos de Europa, hemos hecho un anillo en una semana, no sé si llegará al blog pues con la mudanza que tengo entre manos no dispongo de gran tiempo, y de nuevo me van a freir a guardias con el bicho cada vez más fuerte,vivimos tiempos de incertidumbre, pero para grandes males buenas cumbres…,un abrazo.

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